La llegada del Covid-19 a Guatemala y el confinamiento puso en jaque a la economía de algunas pequeñas y medianas empresas, así como a la sostenibilidad de algunas organizaciones. Ante estas circunstancias, Yo’o Guatemala ha logrado reinventarse y adaptarse a la necesidad de tiempos actuales, con el respaldo de donantes y voluntarios.
Nuestra reacción ante la pandemia no puso en duda en ningún momento la priorización de la vida y la salud de todos en nuestra comunidad. Desde el 12 de marzo de 2020, aún antes de decretarse las medidas oficiales, adaptamos nuestras actividades para mantener el distanciamiento físico, mas no social.
En el contexto actual, los profesionales recomiendan la adaptación e incursión en modelos de atención en línea, por medio de redes sociales y otras aplicaciones que Yo’o Guatemala ya venía utilizando. Durante este tiempo trabajamos en fidelizar y revitalizar la relación con los donantes y beneficiarios de nuestros programas. Sondeamos, evaluamos y compartimos experiencias con otros proyectos que también están sorteando la crisis y aprovechamos el tiempo disponible para rediseñar y corregir deficiencias de nuestro emprendimiento.
Los programas de alimentación pasaron a ser prioritarios, por lo que recibieron un incremento de presupuesto y un cambio de modalidad: los estamos trabajando de manera periódica y remota, entregando a los padres los alimentos correspondientes para cada familia.
Adopta Un Abuelito
Continuamos trabajando la formación integral de jóvenes líderes; con ellos estamos trabajando el tema de responsabilidad social en doble vía mediante el programa #AdoptaUnAbuelito, atendiendo a más de 60 adultos de la tercera edad, quienes viven en las comunidades menos favorecidas y que carecen de familiares o de un medio para sostenerse económicamente.
Además de la atención primaria de necesidades inmediatas de alimentación, este programa busca crear una forma de sostenibilidad para los abuelitos a través de la implementación de huertos domésticos orgánicos en sus hogares. Los jóvenes están capacitándose profesionalmente para la atención de necesidades psicológicas y requerimientos nutricionales geriátricos, teniendo en cuenta la pertinencia cultural y el uso de plantas nativas.
La formación de capacidades de los jóvenes ha estado a cargo de profesionales expertos y se ha realizado de manera virtual a través de videoconferencias por medio de la plataforma Zoom.
Hemos puesto en práctica nuestra filosofía ante la emergencia, viviendo nuestros valores de solidaridad y esfuerzo que, en circunstancias tan complejas como las actuales, se piensan desde lo colectivo y el bien común; lo que nos valió el reconocimiento del PNUD como una de las mejores respuestas a la crisis.
Este programa nos da la oportunidad a cada colaborador, voluntario, o donante de tener la satisfacción de estar trabajando para formar el país que deseamos para todos, así como de generar nuevos vínculos y conciencia social, además de participar en una red de apoyo sostenible en el tiempo.